Los buñuelos de viento son esos pequeños milagros de la repostería que parecen casi mágicos. Son ligeros, huecos por dentro y deliciosos. Su nombre no es casual: al freírlos, el vapor los infla como si estuvieran llenos de aire. Son típicos de la Comunidad Valenciana y se disfrutan especialmente en celebraciones como San José o Semana Santa. Así que prepárate, porque después de hacerlos, ¡querrás repetirlos siempre!

Ingredientes

Para los buñuelos

Para espolvorear

  • Azúcar glas o canela (al gusto).

Preparación paso a paso

1. Todo empieza con agua y mantequilla

En un cazo, calienta el agua con la mantequilla, el azúcar y una pizca de sal. Cuando empiece a hervir y la mantequilla esté completamente derretida, retira del fuego. Este es el momento clave, así que no te despistes.

2. La magia de la masa

Añade la harina de golpe al cazo (sí, toda de una vez) y remueve como si no hubiera un mañana. La masa se irá formando y despegando de las paredes. ¿Qué tienes una pelota de masa homogénea? Perfecto. Déjala enfriar un poco para que no cocines los huevos en el siguiente paso.

3. El toque huevo a huevo

Añade los huevos uno por uno, mezclando bien antes de añadir el siguiente. Esto es un poco pesado, lo sé, pero ten paciencia: la textura final merece la pena. Debe quedarte una masa lisa, suave y algo pegajosa.

4. El arte del freído

Calienta abundante aceite en una sartén profunda. Con dos cucharas (o si eres un crack, con una manga pastelera), forma pequeñas porciones de masa y fríelas en el aceite caliente. Los buñuelos deben inflarse y flotar, girándose casi solos. Sácalos cuando estén doraditos y colócalos sobre papel absorbente.

5. El toque final

Espolvorea los buñuelos con azúcar glas, canela o incluso rellénalos con crema pastelera si te sientes creativo. ¡Y a disfrutar!

Consejos adicionales

  • Asegúrate de que el aceite no esté demasiado caliente, o los buñuelos se dorarán por fuera pero quedarán crudos por dentro.
  • Si los rellenas, prueba con crema pastelera, nata montada o incluso chocolate.

¿Con qué lo acompañamos?

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