La Olla de Castellón es mucho más que un plato; es tradición, calor de hogar y esa comida que siempre aparece en las reuniones familiares. Este guiso típico de la provincia de Castellón es un festín de legumbres, carne y verduras que se cocina lentamente para que los sabores se mezclen como si estuvieran contando historias alrededor de una chimenea. Ideal para esos días fríos en los que solo apetece un plato humeante y sustancioso.
Ingredientes para 4 personas (o 2 con hambre de invierno):
- 300 g de alubias blancas (puestas en remojo la noche anterior).
- 200 g de garbanzos (también remojados previamente).
- 1 trozo de costilla de cerdo (unos 300 g).
- 1 trozo de morcillo de ternera (200 g).
- 1 hueso de jamón.
- 2 morcillas (de cebolla o arroz, al gusto).
- 2 patatas medianas, peladas y en trozos grandes.
- 1 nabo pelado y cortado en rodajas.
- 2 zanahorias peladas y en rodajas.
- 1 chirivía pelada y en trozos.
- 1 penca de acelga (opcional).
- Unas hebras de azafrán.
- Sal al gusto.
- Agua (lo suficiente para cubrir los ingredientes).
Cómo preparar este guiso tradicional sin complicarte la vida:
1. Elige la cazuela adecuada:
Si tienes una olla de barro grande, esta es la ocasión de sacarla a lucir. Si no, cualquier olla grande hará el trabajo. Llénala con agua fría y añade las alubias, los garbanzos, la costilla de cerdo, el morcillo y el hueso de jamón.
2. Arranca el cocido:
Pon la olla a fuego medio y lleva todo a ebullición. Cuando veas que empieza a espumar (y lo hará), no te asustes: solo tienes que quitar la espuma con una espumadera para dejar un caldo limpio.
3. Añade las verduras:
Cuando el caldo esté limpio, incorpora las patatas, el nabo, las zanahorias, la chirivía y las pencas de acelga si las estás usando. Todo cortado en trozos hermosos, como si quisieras que cada bocado sea un pequeño festín.
4. El toque de azafrán y paciencia:
Añade las hebras de azafrán y una pizca de sal. Baja el fuego y deja que la olla haga su magia a fuego lento durante unas 2-3 horas. Este plato no es amigo de las prisas, así que aprovecha para leer, hacer la colada o lo que prefieras.
5. La hora de las morcillas:
Cuando falten unos 20 minutos para que termine la cocción, añade las morcillas. Esto evita que se deshagan y permite que su sabor se mezcle con el guiso sin dominarlo.
6. Prueba y ajusta:
Antes de apagar el fuego, prueba el caldo y ajusta de sal si es necesario. Recuerda que el hueso de jamón ya aporta salinidad, así que no te pases.
7. Servir con estilo:
Sirve la olla bien caliente en platos hondos. Cada comensal debería tener su ración de carne, verduras y legumbres. Y, por supuesto, acompaña con pan para mojar en ese caldo celestial.
Consejos para una Olla de Castellón de 10:
- Si quieres un toque más contundente, puedes añadir un poco de panceta curada al guiso.
- Usa alubias y garbanzos de calidad; lo notarás en la textura final.
- Al día siguiente, la olla estará aún más sabrosa, así que no dudes en hacer cantidad de sobra.
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La Olla de Castellón es uno de esos platos que alimentan tanto el cuerpo como el alma. ¡Prepárala con calma y disfruta cada cucharada!