
El Espencat es uno de esos platos que te salvan la vida cuando quieres quedar bien sin romperte la cabeza. Básicamente, asamos unas verduras, las pelamos y las aliñamos, pero dicho así suena muy simple para lo que realmente es: ¡un festival de sabores en tu boca! Y no te preocupes, hasta el más novato puede clavar esta receta.
Ingredientes para 4 personas (o para 2 con hambre de leñador):
- 2 pimientos rojos (de los gorditos, no te quedes corto).
- 1 berenjena (ni gigante ni enana, algo estándar).
- 2 tomates maduros (los que parezcan más rojitos y felices en el mercado).
- 2 dientes de ajo (porque todo mejora con ajo).
- Aceite de oliva virgen extra (el bueno, no uses el que tienes para freír patatas).
- Sal al gusto.
- Opcional: aceitunas negras y tiras de bacalao desalado (porque un toque fancy nunca viene mal).
Cómo prepararlo sin dramas:
1. Asar las verduras: el truco está en el horno
Precalienta el horno a 180°C. Mientras tanto, lava bien los pimientos, la berenjena y los tomates, porque nadie quiere un espencat con restos de tierra (o más proteína de la que esperas). Colócalos enteros en una bandeja con papel de horno y mételos al calor. No te obsesiones con mirarlos cada segundo, pero dales un par de vueltas durante unos 40-50 minutos. Cuando los pimientos parezcan haber sobrevivido a una guerra (arrugados y con zonas negras), ya están.
2. Pela con paciencia (y sin quemarte):
Deja que las verduras enfríen un poco. Sí, sé que huelen increíble, pero si te lanzas a pelarlas calientes, tus dedos no te lo van a agradecer. Pela los pimientos y la berenjena, quitando las semillas (hazlo sobre un bol para no perder esos juguitos mágicos). Trocea todo en tiras. Los tomates también merecen su momento: quítales la piel y córtalos en daditos.
3. Monta tu obra de arte (o simplemente échalo todo en una fuente):
Coloca las tiras de pimiento, berenjena y tomate en una fuente amplia. Mezcla todo con cariño, pero sin aplastarlo, que queremos que cada ingrediente brille. Añade los ajos laminados, un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal. Si estás de humor, añade unas aceitunas negras o unas tiras de bacalao desalado. Esto le dará un nivel de “chef estrella Michelin” a tu espencat.
Consejillo de amigo:
Si tienes una parrilla o una barbacoa, prueba a asar las verduras ahí. El sabor ahumado que se consigue es para escribirle poemas. Y, por favor, usa un buen aceite de oliva. Este plato es tan simple que si el aceite no es bueno, lo notarás en cada bocado.
"Si estás preparando este delicioso Espencat, ¿por qué no lo acompañas con nuestra receta de Arroz con Conejo y Caracoles? ¡El combo perfecto para una comida con sabor auténtico a la terreta!"
El Espencat es esa receta que parece más complicada de lo que es. ¿El truco? Solo necesitas verduras de calidad, un buen aceite y un poquito de paciencia con el horno. Una vez lo pruebes, te preguntarás por qué no lo hiciste antes.