
Si piensas que hacer un Arroz con Conejo y Caracoles es complicado, relájate. Esto no es física cuántica, solo necesitas seguir unos pasos, un poco de paciencia y, sobre todo, hambre de algo realmente sabroso. Este arroz tiene lo mejor de la cocina de interior valenciana: conejo tierno, caracoles bien aromáticos y ese sofrito que huele a gloria. ¿Vamos a por ello?
Ingredientes para 4 personas (o para 2 con ganas de repetir):
- 400 g de arroz bomba (el arroz estrella, no te pongas creativo).
- 1 conejo troceado (que sea fresco, no el de la tienda congelada).
- 16 caracoles limpios (¡que no anden por la paella, eh!).
- 1 pimiento rojo troceado
- 3 tomates maduros rallados
- 2 dientes de ajo picados
- 1 ramita de romero (o tomillo, si quieres ir más allá).
- 1 litro de caldo de pollo (o agua caliente si no hay otra).
- Hebras de azafrán (o colorante, que nadie se va a enterar).
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
Cómo prepararlo sin volverte loco:
1. Empezamos con el conejo y los caracoles:
Calienta un buen chorro de aceite en una paellera (o una sartén grande, no nos pongamos exquisitos). Sazona los trozos de conejo con sal y pimienta y sofríelos hasta que estén doraditos por todos lados. Sácalos y resérvalos. Ahora echa los caracoles en el mismo aceite. Saléalos durante unos minutos mientras te aseguras de que no intenten escapar (broma, no se mueven ya). Cuando estén bien impregnados del sabor, sácalos también y resérvalos.
2. El sofrito que todo lo arregla:
En el mismo aceite (porque aquí no tiramos nada), sofríe los ajos picados y el pimiento rojo. Cuando empiecen a oler como si fueras un chef, añade los tomates rallados y cocina todo a fuego medio hasta que el sofrito espese. Tiene que quedar como una pasta con un color intenso, nada de líquido triste.
3. Hora de la magia: el arroz y los sabores:
Devuelve el conejo y los caracoles a la paellera. Remueve un poco para que se mezclen con el sofrito. Ahora añade el arroz y dales un pequeño meneo para que se impregne bien de todos esos sabores maravillosos. Echa el caldo caliente (¡siempre caliente, que no queremos cortar la cocción!) junto con las hebras de azafrán y la ramita de romero. Rectifica de sal, pero no te pases, que esto no es sopa.
4. Cocción del arroz:
Aquí está la clave: no toques el arroz. Cocina a fuego medio durante 18-20 minutos, dejando que haga su magia. Si ves que se seca demasiado pronto, añade un poco más de caldo caliente, pero sin exagerar. Recuerda, estamos buscando un arroz seco, no un arroz con chapuzón.
5. El reposo final:
Cuando el caldo se haya absorbido y el arroz esté perfecto, retira la paellera del fuego. Tápala con un paño limpio y deja que repose unos 5 minutos. Este paso es como dejar que el plato medite antes de servir.
6. ¡A la mesa!:
Sirve caliente, asegurándote de repartir bien los trozos de conejo y los caracoles (nada de peleas por la mejor parte). Si quieres lucirte, decora con una ramita de romero fresco.
Consejo para un Arroz con Conejo y Caracoles de 10:
Si puedes, usa un caldo casero hecho con huesos de pollo, verduras y alguna ramita de tomillo o romero. Y no olvides lavar bien los caracoles antes de cocinarlos. Si están frescos, lo ideal es purgarlos un par de días con harina y agua para que queden limpios y listos para el festín.
"Si estás preparando este increíble Arroz con Conejo y Caracoles, ¿qué tal acompañarlo con nuestra receta de Figatells? ¡Un toque tradicional y sabroso que complementará perfectamente esta comida campestre!"
Este Arroz con Conejo y Caracoles es más que un plato, es una experiencia para disfrutar en buena compañía. Porque, como todo buen arroz, sabe mejor cuando se comparte.