Los Figatells son como la prima rústica y auténtica de la hamburguesa. Originarios de la Comunidad Valenciana, especialmente de la región de La Safor, son una mezcla de carne picada y hígado que se envuelve en redaño (si tienes suerte de encontrarlo). ¿El resultado? Un bocado jugoso, lleno de sabor y con ese toque casero que hace que cualquier comida sea especial. ¿Vamos a ensuciarnos las manos con esta maravilla?


Ingredientes para 4 personas (o para ti si eres fan de repetir):

  • 300 g de carne picada de cerdo
  • 100 g de hígado de cerdo picado (sí, hígado, no pongas cara rara).
  • 1 diente de ajo bien picadito (porque todo mejora con ajo).
  • Perejil fresco picado al gusto (lo que puedas sin parecer un jardín).
  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • Redaño de cerdo (opcional, pero recomendado).
  • Sal y pimienta al gusto
  • Aceite de oliva para cocinar.

  • Cómo hacer Figatells como si fueras de la terreta:

    1. Mezclarlo todo, sin miedo a ensuciarte:
    En un bol grande, mezcla la carne picada con el hígado de cerdo (vale, sé que el hígado tiene mala fama, pero aquí es EL ingrediente estrella). Añade el ajo picado, el perejil, el pimentón, la sal y la pimienta. Métete de lleno con las manos, porque esta mezcla necesita amor. ¡Nada de usar cuchara como si fueras tímido!

    2. Formar las hamburguesitas mágicas:
    Toma pequeñas porciones de la mezcla y dales forma de mini hamburguesas o albóndigas planas. Si has conseguido redaño (esa telita del cerdo que parece complicada pero no lo es), envuelve cada figatell en un trozo. Esto no solo les da sabor, sino que ayuda a que queden jugosos y no se desarmen en la sartén.

    3. Cocinar con paciencia (y sin quemarlos):
    Calienta un chorrito de aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Pon los figatells y déjalos dorar por un lado sin moverlos, porque si empiezas a darles vueltas como si fueran peonzas, no quedarán bien. Cocina cada lado durante unos 3-4 minutos, hasta que estén dorados por fuera y bien hechos por dentro. ¿El truco? Escucha el chisporroteo; si empieza a sonar como una tormenta, baja un poco el fuego.

    4. El reposo que nadie respeta:
    Saca los figatells de la sartén y deja que reposen un minutito antes de hincarles el diente. Sí, sé que huelen increíble, pero este paso es clave para que los jugos se asienten.

    5. ¡A disfrutar!:
    Sírvelos con pan rústico (porque el pan de molde no les hace justicia) y, si quieres ganar más puntos, pon un poco de alioli casero al lado. Si alguien no los prueba, es porque no saben lo que se pierden.


    Consejillo del chef casero:

    Si no encuentras redaño, no pasa nada; hazlos sin él. Eso sí, asegúrate de usar carne e hígado frescos y de buena calidad. Y, por favor, no te asustes con el hígado: en los figatells, pasa de ser un villano a la estrella del show.


    "Si estás preparando estos jugosos Figatells, ¿por qué no acompañarlos con nuestra receta de Calabaza Asada? ¡Un acompañamiento ligero y dulce que hará brillar tu plato principal!"


    Los Figatells son mucho más que una hamburguesa. Son tradición, sabor y ese toque casero que nunca falla. Prepáralos y deja que los sabores valencianos hagan el resto. ¡Que aproveche!